En esta ruta ascenderemos hasta el monte de la Pedriza, el cual tiene una altitud de 1717 metros, por lo que se podría considerar una ruta de tipo medio.
El tiempo aproximado de la ruta será de unas cinco horas y se comenzará en la zona denominada del Tranco, en la localidad de Manzanares del Real, en Madrid.
La ruta comienza en el aparcamiento del Tranco, tomando como referencia la subida que hay en el Restaurante Julián, camino hacia el Yelmo. Como orientación de esta vía, la ruta está marcada por señales amarillas y blancas en las piedras, lo cual será una buena referencia para los excursionistas. Dichas marcas las iremos encontrando cada 40 metros aproximadamente.
Durante este primer tramo del trayecto, los excursionistas podrán disfrutar de la gran belleza de la zona por la que pasan, en la cual destacan sus árboles y vegetación. Pronto verán los caminantes una pradera pequeña justo a la izquierda del camino. Por los riscos y piedras de esta senda se puede tener la oportunidad de ver, con un poco de suerte y si se guarda el debido silencio, diferentes especies de fauna, como las espectaculares cabras montesas.
Se continúa subiendo por el camino, quedando la pradera antes nombrada cada vez más alejada. A medida que se va subiendo, los excursionistas encontrarán diversos lugares en los que poder refugiarse en caso de necesidad, como lluvia.
No tardando mucho, los caminantes se encontrarán con una nueva pradera, la cual es conocida con el nombre de La Gran Cañada, muy extensa y desde donde se contemplan unas impresionantes vistas de Manzanares del Real.
En esta pradera se debe tomar el camino que está a la izquierda y subir un poco, comenzando a ver el elefantito que está justo a la derecha. Se sigue la ascensión, que es parecida a la subida de una escalera, la cual llevará al Yelmo.
La subida que se hace es de unos 700 metros en poco menos de 3 kilómetros y medio. El Yelmo se verá a la izquierda y queda a unos 2 kilómetros y medio por este mismo sendero, tras lo cual tomaremos el sendero que queda a la izquierda y, con una ligera ascensión, divisaremos en pocos metros un collado, que, una vez atravesado, veremos que se abre el camino, dejando ver la pradera del Yelmo, una gran roca de unos 150 metros de alzada.