Para comenzar nuestra ruta, se deberá acudir a la población asturiana de Mués, la cual se puede alcanzar viniendo desde la vecina localidad de Los Arcos. Antes de llegar a Mués hay una curva con giro a la izquierda donde se puede aparcar el coche.
Aquí mismo ya se puede empezar a disfrutar del maravilloso entorno que rodea el lugar. Es la hora de coger el camino a El Guardián
El comienzo de la ruta lo encontraremos en un pequeño sendero, que normalmente está lleno de zarzas. las cuales entrecortan el camino entorpeciendo el tránsito por el mismo.
En poco tiempo se llega a El Guardián, donde hay un collado, desde el cual se puede observar ya el monolito de San Gregorio.
Esta parte está plagada de rocas, algunas de ellas formando formas sinuosas de gran belleza.
Hasta el monolito que se tiene que alcanzar, el camino es coser y cantar, no solo por su sencillez sino también porque no es nada pesado. Una vez llegados allí, podremos ver la basílica, un edificio que es una verdadera belleza, mereciendo la pena llegar hasta aquí sólo para verla.
Una vez se ha disfrutado de la visita, se tiene que descender hasta un nuevo collado desde donde sale un nuevo camino que va directamente a la Virgen de la Guarda. Aquí se puede disfrutar de una panorámica espectacular de la Sierra de las Dos Hermanas, de Costalera y Ioar.
Regresaremos por donde vinimos hasta la ermita, para llegar al collado por el que accedimos hasta nuestro destino, donde se puede ver una marca que pone Mués. Antes de llegar a la carretera se toma la curva que hay para ir a parar a nuestro lugar de origen.