Es Extremadura una de las zonas mejor conservadas de España, su baja industrialización y baja densidad de población, unidas a la explotación sostenible (cada vez más y mejor) de sus recursos naturales, convierte a la región en lugar preferido como destino del turista de naturaleza. Extremadura es uno de los espacios europeos con mayor biodiversidad, contando en su territorio con más de una decena de figuras de protección ambiental diferentes y más de 200 espacios protegidos, que representan más del 30% del territorio extremeño, lo que nos da una idea del valor ecológico que poseen las tierras extremeñas. Realizar un sendero a pie o en bicicleta es la mejor manera de adentrarse y poder conocer los paisajes escondidos de Extremadura.
Existe una ruta para el senderismo que, por su riqueza tanto paisajística como ornitológica, resultará muy interesante al caminante. De apenas 13 kilómetros recorre parte de los términos de Cáceres y Trujillo en un círculo. Con un desnivel de tan sólo 240 metros se puede andar en menos de 3 horas, o hacer en bicicleta en menos de una hora. Todo el trayecto está señalizado, por lo que perderse resulta complicado.
La ruta utiliza dos puentes para pasar sobre el Rio Magasca (con riberos protegidos), uno de ellos romano del siglo II. También cuenta con varios puntos donde las vistas de la ciudad Monumental de Trujillo y su muralla son motivo suficiente para hacer la ruta.
Haremos casi un tercio del recorrido por la Cañada del Puerto de Miravete, aproximadamente otro tercio por la interesante vía pecuaria de la Colada de los Berrocales.
En la cañada del Puerto de Miravete podemos visitar la abandonada Ermita de Santa Ana, con su escudo de armas y una esplendida vista de Trujillo con su castillo árabe dominando la penillanura. Veremos viejas zahúrdas, en las que antiguamente se criaba el cerdo ibérico.
Hará esta ruta las delicias de los aficionados al birdwatching ya que nuestro recorrido pasa por dos Zonas Especiales de Protección de Aves (ZEPA): la ZEPA Llanos de Trujillo y la ZEPA Riberos del Almonte, en la que se enmarcan los riberos del Magasca que nombra unas líneas arriba. Esa zona es rica en especies esteparias como la Avutarda y otras especies que abundan en espacios abiertos como son el Sisón, el Aguilucho cenizo y el Alcaraván.
Recomendamos terminar la ruta subiendo a la zona monumental trujillana para observar la abundante colonia de Cernícalo Primilla que en el casco urbano habita y reponer sales con un refresco en alguno de los veladores de la magnífica plaza de esta ciudad que conserva todo el sabor del Medievo.